Este es el caso del
señor Daniel Cabrera Lanfranco, quien a sus 63 años ha tenido que vivir una
vida difícil, bajo una depresión constante. Cabrera Lanfranco cuando tenía solo
15 años, bañándose en el Jayagua de Villa Tapia, Salcedo, sufrió una caída
fatal para su vida, la cual le produjo una parálisis parcial en la parte
izquierda de su cuerpo, lo que no le permite levantar con facilidad su cuello y
requiere de la ayuda para por valerse.
Algunos expertos en
esta área opinan que los efectos pueden ser para toda la vida, las victimas
pueden quedar permanentemente discapacitadas. Muchas de estas víctimas no
pueden trabajar y cuidarse ellas mismas después de los accidentes y necesitan
de recursos extensivos para poder lidiar con sus lesiones.
Al principio de este
incidente Cabrera Lanfranco solo sentía fuertes dolores en el cuerpo, pero
según pasaba el tiempo a éste le empezó a fallarle, luego llego un momento que
ya no podía levantar el su cuello. Sin embargo, las condiciones empeoraron en
el 2006, cuando le realizaron una operación en el testículo izquierdo, en el
Hospital Moscoso Puello, para extraerle una hernia.
“Me siento muy deprimido
y lo único que puede ayudarme en su condición física son las terapias, pero no
tiene esperanza sobre ellas, pues se pasado su vida entera con tratamientos médicos
y su estado no mejora”, expresó Cabrera Lanfranco.
De la misma forma, dijo
que su situación económica no le permite recibir esas terapias y su familia no
tiene las posibilidades de ayudarle, ya que la mayoría viven en una pobreza
extrema.
Lo que para Cabrera Lanfranco
a sus 15 años parecería ser un día de pura diversión se convirtió en años de
dolor, tristeza, depresión e impotencia de no haber realizado todos los planes
que tenía pensado para su vida.
Asimismo añadió ´´
“Solo Dios sabe el
destino de cada persona que viene a este mundo y hay que ser conforme con lo
que a cada quien le toca vivir, yo ya
acepte las circunstancia por las que me toco pasar por este tierra”. Añadió.
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