Foto Pedro Vargas |
Santo Domingo.-Para muchas personas, lucir joven y
atractivo se ha convertido en una necesidad,
y la búsqueda del cuerpo perfecto lleva a algunos a someterse a
riesgosas operaciones estéticas. A esta situación no escapa República
Dominicana, pues en los últimos tiempos la demanda de estos procedimientos
quirúrgicos ha aumentado de manera considerable entre la población.
Toda intervención quirúrgica, sin importar el
tipo que sea, tiene sus implicaciones. Los cirujanos plásticos llevan a cabo
miles de operaciones exitosas. Sin embargo, cada paciente debe tener en cuenta
que ningún tratamiento está libre de peligro, existen varios riesgos que el
paciente debe tener en consideración a la hora de someterse a una intervención
estética.
Al hablar de riesgos, el cirujano
Luis López Tallaj señala que entre las complicaciones que pueden surgir en el
transcurso de la operación, o durante el postoperatorio, son dolor, deformidad
o infecciones graves, que puede necesitar una cirugía adicional para
corregirla.
Otro de los riesgos más comunes de
cualquier operación, ya sea de cirugía plástica cosmética o de un procedimiento
médico como las realizadas por los cirujanos generales, es el riesgo de la
anestesia. Una reacción a la anestesia, una embolia pulmonar (coágulos
sanguíneos o “bolitas de sangre”, que pueden migrar al corazón, bloquear la
arteria pulmonar produciendo graves lesiones o la muerte), son de las
consecuencias más graves de un proceso estético.
Los más practicados
Según el criterio del cirujano Luis
López Tallaj, la lista es encabezada por la liposucción, el aumento y
construcción de los senos, la cirugía, la abdominoplastía y la rinoplastia.
“De las visitas a mi consultorio, los
procedimientos quirúrgicos más requeridos por los pacientes son los antes
mencionados, y de los procedimientos no invasivos, la toxina botulínica (botox)
y los rellenos absorbibles”, dice el también cirujano plástico.
Costo de la belleza ‘fabricada’
Los costos de los procedimientos
pueden variar dependiendo de la cirugía, el médico y el centro donde se realiza
el procedimiento. Los procesos estéticos
en República Dominicana pueden oscilar entre los 60 mil y 500 mil pesos.
“Un procedimiento hecho en las manos adecuadas, en un ambiente hospitalario
adecuado, con la seguridad adecuada tienen un costo”, puntualizó. Diversas
historias se pueden escuchar de personas que exploran las distintas
motivaciones, expectativas y consecuencias para someterse a una cirugía
plástica estética o reconstructiva.
La
famosa modelo y ex Miss Argentina Solange Magnazo murió después de
someterse a una operación de glúteos. Durante esta intervención, una esteticista
le inyectó un litro de metacrilato, causándole la muerte.
La artista mexicana Lucila
Mariscal, la poca investigación y una
decisión apresurada la llevaron a realizarse múltiples procedimientos, con los
que perdió uno de sus senos y casi debe abandonar su carrera artística.
Casos complejos en RD
En el plano local, entre los casos
que más connotación han tenido resaltan: El
21 de junio de 1998, Rosannna
Altagracia Peña, residente en Nueva Jersey, murió tras una “abdomenplastía”
practicada por el cirujano Juan Francisco Contreras.
El 15 de agosto de 1998, la puertorriqueña
Dhelmalyz Rivera, de 26 años, murió 15 días después de una liposucción
practicada por el médico Edgar Contreras. Tras la cirugía, Rivera perdió dos
dedos y una pierna.
El 2 de septiembre de 1998, Migdalia Cordero
Cabrera, también de Puerto Rico, se sometió a una operación practicada por José
Germán Jordán para reducirle el tamaño de los senos. A los 13 días falleció.
En abril del 1999, el doctor Edgar Contreras
operó a la periodista dominicana Isabel Vargas, de 47 años, quien falleció el
día en que la darían de alta tras la liposucción.
El 8 de marzo del 2001, Lucila Santana muere en un hospital de Nueva
York, después de ser intervenida quirúrgicamente el 15 de mayo del 2000 en un
centro de salud estética de Gazcue, en la capital dominicana.
El 21 de agosto de 2001, Ramona Almonte, de 39 años, se realizó una
abdominoplastía. Murió el 7 de agosto del 2003.
La ex cónsul María de los Angeles
Morel falleció en noviembre del 2004,
después de someterse a una cirugía de abdominoplastía en el Centro Médico
Bellas Artes.
Las demandas
En la Fiscalía del Distrito
Nacional existe una serie de demandas por mala práctica médica contra algunos
médicos que ejercen la cirugía plástica.
Entre los cirujanos plásticos cuyos
casos se han ventilado públicamente figuran los hermanos Juan Francisco y Edgar
Contreras, que han enfrentado diferentes procesos judiciales acusados de mala
práctica, pero hasta el momento no han recibido condenas.
El publicitado cirujano Edgar
Contreras, que ha ocupado primeros espacios en los medios de comunicación por
denuncias de malas prácticas médicas o porque grupos de damas que defienden su
trabajo, nuevamente llama la atención, pero esta vez no es como hacedor de
“mega-mamis”, sino como político. Contreras se está candidateando para un
puesto dirigencial en el PRD.
Uno de los últimos casos que acaparó la
atención de la población fue el presentado contra el doctor Jhoan Tapia Bueno,
acusado por 13 pacientes de haberle hecho procedimientos que luego se
complicaron fruto de la alegada mala práctica. Los mismos aún se encuentran en
los tribunales.
De estos procesos el que más trascendió fue el
de la comunicadora de televisión Hermes Meccariello, quien estuvo al borde de
la muerte por una infección, luego de una liposucción que le realizara el
doctor Tapia Bueno.
Otros médicos que también mantienen
querellas en los tribunales del Distrito Nacional acusados de mala práctica en
procedimientos de cirugía práctica son los doctores Héctor Cabral Guerrero, una
de ellas presentada por una paciente residente en el exterior, quien dice que
fue sometida a un procedimiento de liposucción que le dejó como secuelas
lesiones tipo quemaduras de segundo grado.
Un testimonio
Devastadoras consecuencias sobre la
piel, músculos y cartílagos de los senos tuvo Yudit Gómez, luego de someterse a
una mamoplastía o aumento de mamas, con el cirujano Johan Tapia Bueno.
Afirma haber contraído una infección y
hematomas luego de la operación, que le produjo insoportables dolores durante
varios meses, además de hemorragias y
problemas en los puntos de sutura, en los que, afirma, produjo apertura de
la herida.
A pesar de que tomaba analgésicos todo el
tiempo, los dolores eran incesantes y al final tuvo que someterse a otra
operación, para retirarse los implantes que le habían colocado, pero con
consecuencias más graves, no por el hecho de haber pagado más de 300 mil pesos
en las dos operaciones que en menos de tres meses le practicaron, sino porque
terminó perdiendo uno de sus senos.
Por Grecia Espinosa
Edición 204D@D Jueves 20 de octubre 2011
Muchas personas deciden realizarse una cirugia sin estar realmente preparadas para ella y terminan arriesgando más su salud. Por ello siempre es lo mejor consultar con un Cirujano confiable y profesional.
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